En esta vieja canción sefaradí se reconocen rastros
de la mitología griega. La historia del héroe y la
matadora recuerda el encuentro de Odiseo y Circe...
Em D
Estábase la Gallarda
C D Em
En su ventana florida
D C
Peinando rubios cabellos
C D Em
Que parecen serafinas
Vio venir un caballero
Que de la ciudad venía
“Suba, suba el caballero
Suba, suba por su vida”
El caballero subió
Y en la sala se metía
Acercose a una ventana
Por ver el aire que hacía
Vio cien cabezas cortadas
Colgando de las olivas
“¿De quién son esas cabezas,
Gallarda traidora mía?”
“Son de esos lechones bravos
que andaban por las olivas”
Gallarda pone la mesa
Caballero bien la guía
Pone manteles de hilo
Cubiertos de plata fina
“Cene, cene el caballero
Cene, cene por su vida”
“Vengo cenado de casa
por ser el último día”
Gallarda tiende la cama
Caballero bien la guía
Pone colchones de lana
Sábanas de Holanda finas
Y en mitad de los colchones
Un puñal de oro metía
A eso de la media noche
Gallarda se revolvía
“¿Qué buscas tú allí Gallarda
Gallarda traidora mía?”
“Busco yo un puñal de oro
para quitarte la vida”
“Ese puñal que tú buscas
ya en mis manos lo tenía”
Hundió el puñal en el pecho
Y el corazón le partía
Y a eso de la media noche
Que Gallarda moriría
“Portero, abre la puerta,
abre y abre por tu vida”
“Yo no puedo abrir a nadie
Mientras no amanezca el día
Que si Gallarda lo sabe
La vida me costaría”
“No le temas tú a Gallarda
Ni a toda su gallardía
Que Gallarda ya está muerta
Y en su cama está tendida”
“Si es verdad lo que usted dice
el rey lo hago de Castilla
Si es verdad lo que usted dice
El rey lo hago de Castilla.
Que de cien que habían entrado
Y usted que salió con vida”.