Re La Re La Re
Oh Dios que te has atado con las cuerdas del tiempo
A nuestras coordenadas, A nuestros ritmos lentos;
Al devenir incierto de nuestro aprendizaje,
Al río irregular de nuestro crecimiento,
Vos revelaste el fondo de ésta, nuestra existencia:
Lo nuestro estaba en Vos, lo nuestro era lo tuyo.
Lo humano era “más" -capaz de Dios, y sagrado...
Dramático y sagrado, nuestro "estar en el mundo".
¡Lo opaco de La tierra en vos fue transparente!
Lo opaco fue capaz de cielo y de Palabra.
Y se espejó en tu carne que somos “tierracielo",
Fragmentos de infinito en carne iluminada.
Re La Re
BESO SANTO DE DOS PALABRAS:
La Re La Re La Re
¡OH, JESUCRISTO, OH, TIERRACIELO!
La Re
FUERTE TIERNO, SEÑOR HUMANO,
La Re La Re
DIVINO NUESTRO, DIVINO NUESTRO.
Divino y despojado, Dios asombroso y nuestro.
Hermano y vulnerable, expuesto A desamores.
Concreta superficie de humana piel dispuesta
A luna y sol , A abrazos, y A látigos y golpes.
Tu encarnación es el mapa de nuestra esperanza:
Lo humano, en tu humanidad, se yergue en silencio.
Destino y maravilla que tu cuerpo nos narra:
Lo nuestro cabe en Dios y este Dios cabe en lo nuestro.
¿Qué Dios impronunciado viajó en el embarazo
Sereno y misterioso de La Madre Doncella,
Sino el Dios cuya espalda viene por el trabajo
De siembras y semillas, de redes y de pesca?
Es todo con La y re,
no es mucha ciencia pero es difícil
cantar y tocar al mismo tiempo con esta canción