(misa campesina nicaragüense)
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No hay cosa más bonita que mirar a un pueblo reunido
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que lucha cuando quiere mejorar porque está decidido.
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No hay cosa más bonita que escuchar en el canto de todos
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un solo grito inmenso de fraternidad.
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No es chiche decir adiós cuando la alegría es tanta,
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aquí siento un torozón en mitad de la garganta,
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pero toda esta cabanga va a ser pronto una sonrisa,
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cuando todos regresemos a la misa campesina.
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Qué cosa más bonita contemplar a la Chenta Calero
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con sus cuatro chigüines y Gaspar, su alegre compañero.
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De aquí puedo mirar al pescador Presentación Ortiz
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con toda su familia cantando feliz.
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No es chiche decir adiós...
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Hoy siento nuevecito el corazón, lo siento macanudo,
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igual que la semilla’e marañón cuando ya está de punto.
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Ahora que regrese a mi lugar repleto de alegría
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voy a limpiar mi huerta con más devoción.
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No es chiche decir adiós...
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Al golpe de las palmas la canción va agarrando más fuerza
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para que en todos vibre la emoción y se haga más intensa.
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Al golpe de las palmas se sabrá que somos mucha gente
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y si estamos unidos nadie nos moverá.
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No es chiche decir adiós...
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Juntemos nuestras manos para estar fundidos nuevamente
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en este enorme lazo de hermandad de amor nicaragüense.
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Juntemos nuestras manos para hacer una muralla fuerte
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que defienda por siempre la comunidad.
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No es chiche decir adiós...