“Algunas veces, no hay como la soledad. Esa íntima soledad;
que nos hace vivir intensamente, ¡solo!, ¡solo!, ¡solo!.
La soledad, es una gran compañera, a veces llenamos tanto
de soledad el pecho que podemos decir: todo este campo es mío
y de nadie más”.
Am Am7 Dm E Am
Todo este campo es mío… mío,
Am7 A7 Dm
esta divina soledad
E E7 Am
arrullo de pájaros, perfume de pétalos
D# E7
y un caballito blanco lejos.
Am Am7 Dm E Am
Todo este campo es mío… mío,
Am7 A7 Dm
el arco iris baja
E E7 Am
la tarde de música, la lluvia de cantaros
D# E7 A
y una garcita plumarosa.
D
Mariposa, mariposa
Em
tu que libas la miel
F#m
de aquella flor
Fm Em
maravillosa.
Em G
Caminito, caminito
A
la trepadora flor
A7
Mi corazón
D
enreda.
D F#m
Campesina, campesina
D7
en la laguna azul
se ve el adiós
G
de las espigas.
G
Campesina,
Em
mariposa
A7 Em - A7
plumarosa
A7 D Em A
todo este campo es mío… mío.
D / Em / F#m - Fm / Em
Em / G / A / A7 / D
D F#m
Campesina, campesina
D7
en la laguna azul
se ve el adiós
G
de las espigas.
G
Campesina,
Em
mariposa
A7 Em - A7
plumarosa
A7 D
todo este campo es mío… mío…