DO SOL
Hundida entre maizales
FA DO
a doble filo armados,
FA
arqueada en el maní
SOL DO
de verdores rastreros,
MI
andrógina en tu ropa
FA DO
de varón y de hembra
FA DO
muchacha campesina,
SOL DO
liviano panadero.
El rostro se te hizo
a viento y madrugada,
enero agrió limones
en tus mejillas nuevas
y el baile de tu paso
se endureció en los zuecos,
como tus manos palas
dando vuelta la tierra.
Un pajilla ruinoso
sobre la mata arisca,
los viejos pantalones
bajo la gris pollera,
partida por el eje
de tus riñones rotos
y los ojos caídos
en un lugar cualquiera.
SOL
Muchacha campesina,
FA DO
verdadera muchacha,
FA DO
no la mentida rosa
SOL DO
del pago o la calandria,
no la mentida rosa
del pago o la calandria.
Promiscua, desclasada
por un tiempo en hectáreas,
perdida en un delirio
de girasoles de oro,
cuando tus senos alcen
apenas la camisa
te harán madre, aunque sigas
siendo niña, en el fondo.
Aparejada al hombre
en áridas cosechas,
el amor de tu cuerpo
se da en puro contacto
y en la “fiesta del pobre”
sucederán los hijos,