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Intro
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Rodeados en la mesa mis hijos y yo,
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míramos con tristeza la silla vacía,
vacía que con tu engaño y tu infamia quedó,
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la ruina de tu vida, la de ellos y mía.
A veces me preguntan que donde estarás,
E7 A
y el hecho de mentirles me llena de espanto,
B7 E
les digo que en el cielo y de allá nos verás,
B7 E
que nos quisiste mucho y que fuiste un santo.
E7 A
Les tuve que mentir por no hacerlos sufrir,
B7 E
y me tocó llorar sangre del alma mía,
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no podía decirles que fuiste capaz,
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de abandonar por otra tu hogar y tus hijos.
Recitado:
E
A veces me preguntan sí estás en el cielo,
B7
y me muerdo los labios al decir que sí.
Por Dios que hay momentos que he sentido celos
de ver que te quieren mucho mas que a mi
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No el mas grandecito que ya entiende tu infamia
y baja la vista sin verme de frente;
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Nunca entra a tu cuarto, ní tu nombre aclama
A
y le gusta aislarse, lejos, lejos de la gente.
B7 E
Veo a la mas pequeña correr por la casa,
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con su sonrisa infantil y su inocente alegría,
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luego se detiene, te besa y te abraza,
B7 E
aunque solo acaricia....la silla vacía.
E7 A
Les tuve que mentir por no hacerlos sufrir,
B7 E
y me tocó llorar sangre del alma mía,
B7
no podía decirles que fuiste capaz,
E
de abandonar por otra tu hogar y tus hijos.